Agustín, ante el silencio de la directora, quien no le
respondió la primera vez, le preguntó nuevamente.
-
Directora, ¿Hay alguna posibilidad
de que yo consiga pasar de año? - Preguntó el chico bastante preocupado.
-
Agustín – no te voy a mentir, hay una
posibilidad, pero implica que tendrías que ser absolutamente diferente.
Significa que tienes que entregar absolutamente todas las tareas, todos los
trabajos; tendrías que sacarte las notas máximas en todas las pruebas. Aún así,
haciendo todo esto, tendrías que pasar por el consejo de clase y probablemente
ir para examen de algunas materias.
Resumiendo: está en tus manos.
Parecía que era otra persona la que estaba
frente a la directora y no Agustín, el chico más perezoso que ya se había
visto. Parecía un estudiante determinado y bien dispuesto, decidido y
determinado. Incluso la mamá del chico estaba dándose cuenta de que algo estaba
pasando.
¡Estoy seguro que lo voy a conseguir! Dijo el
chico - Hoy está naciendo un nuevo
Agustín.
El niño llegó a su casa y lo primero que hizo
fue llamar por teléfono a sus mejores
amigos para contarles todo lo que había
sucedido y cuales eran sus planes; lo que recibió en todos los casos fue un
poco de incredulidad, sin embargo, todos lo apoyaron como era de esperarse.
Después de las llamadas, en las que aprovecho
de conseguirse todos los cuadernos de todas las materias, pues los de él estaba
absolutamente en blanco; el chico rápidamente almorzó y después fue a su
pieza. Su madre le recomendó
-
Hijo, no te quedes mucho en el
video juego, sabes que tienes que estudiar- pero el chico parecía que ni
siquiera había escuchado.
Pocos minutos después Agustín volvió con todos
sus juegos en una caja y se los entregó a su madre.
-
Toma mamá, para evitar la
tentación – y rápidamente volvió a su dormitorio.
Cuando llegó a su habitación, arregló sus libros y
cuadernos e hizo un horario de estudios. Después de eso empezó su nuevo desafío y se puso a estudiar; a
partir de ese día su madre tenía que venir antes de ir a dormir para pedirle
que se acostará, pues generalmente estaba durmiendo encima de los libros.
Su madre escuchaba todos los días a las
cinco de la mañana que tocaba el despertador de Agustín y el chico se levantaba y
se ponía a estudiar; creía que este entusiasmo iba a durar sólo algunas
semanas, sin embargo fue pasando el tiempo y Agustín no desistía.
En el colegio también se veía la transformación de
Agustín. Los profesores y compañeros estaban sorprendidos y no sabían qué
bichito le había picado. El chico estaba siempre bien dispuesto, participando,
preguntando y ayudando a sus compañeros.
Una de las estrategias del chico era
estudiar las materias antes de que el profesor las explicase, de esa forma el
ya traía todas las dudas.
Las notas empezaron a llegar y los resultados
fueron apareciendo. Eran las notas más altas de la clase y parecía que del día para la
noche el muchacho se había transformado en el mejor alumno de la clase.
Un día, mientras el chico estudiaba en el
patio, sus amigos se aproximaron decididos
a preguntarle el secreto.
-
Agustín , nunca te gustó estudiar,
nunca cogiste ni un cuaderno, siempre te pareció todo esto inútil y ahora,
desde que te dijimos que ibas a repetir de año y conversaste con la directora,
te has transformado en el mejor estudiante de la clase y los profesores dicen
que eres uno de los mejores de la escuela.
¿Qué es lo que te pasó?
-
Miren, lo que pasa es que es lo
mismo que cuando le dices a tu mamá que no te gusta comer betarraga y nunca la
pruebas. Un día comes y te das cuenta que es rica. Conmigo pasó la misma
cosa, yo decía que no me gustaba estudiar pero nunca lo había hecho; ahora que
tuve que estudiar me gusto mucho.
Es fantástico ver que es como si el universo
no acabase, como si nunca llegases al fin; sentir que mientras más sabes, más
quieres descubrir. Fui un tonto siendo tan perezoso y estoy muy arrepentido; se
que mis padres estaban muy tristes y preocupados conmigo, pero ahora no quiero
nunca más parar de estudiar. Y todo esto se los debo a ustedes, pues si no se
hubiesen preocupado por mi y conversado en aquel día continuaría siendo el
mismo chico irresponsable, inmaduro y perezoso.- Agustín se levantó y abrazó a
sus amigos.
Las cosas continuaron de esta forma, el chico
se mantuvo firme en su propósito y sorprendió a todos. Al final del año el hizo
los exámenes necesarios y aun así fue necesario que el consejo le diese la
oportunidad de pasar de año; sin embargo, ninguno de los maestros tuvo dudas de
que el merecía pasar al año siguiente.
Agustín estaba tan ansioso que en el día del
consejo él y su madre estaban en la puesta de la sala esperando el resultado. Fue
la propia directora quien le dio la noticia y vio el tamaño del salto que el
chico dio cuando supo de la noticia; la madre del muchacho no aguantaba de
tanto orgullo.
-
Muchas gracias por la oportunidad
que me han dado, no los voy a decepcionar – le dijo Agustín a los profesores- Y
quiero que sepan que cuando termine el colegio quiero ser profesor para ayudar
a muchos chicos que sean perezosos, como yo era.
No fue sólo en los estudios que el chico
cambió; ahora ayudaba en su casa, practicaba deportes y había aprendido a andar
de bicicleta, lo que le permitía los fines de semana hacer paseos junto a sus
amigos.
Desde que Agustín venció la pereza, su vida
mejoró mucho.
¡ Felicitaciones Agustín!
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